La Armadura de Dios: Orando en todo Tiempo
(Efesios 6:10-18 orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos)
La oración es una de las disciplinas cristianas más descuidadas. El Pastor John Piper dice con respecto a este tema:“La oración es la base fundamental para que el cristiano no caiga en tentaciones y mediante la cual manifestamos nuestros anhelos a Dios.”
Mientras meditamos en la oración, Pablo nos habla de una de las realidades de la vida cristiana, la guerra que libramos día a día con el enemigo. Cuando llegamos el verso 17 de Efesios 6 puede darnos una sensación de que somos invencibles, tenemos toda la armadura de Dios puesta para la guerra, no nos hace falta nada, pero es precisamente en este momento donde puede existir un problema destructivo, llamémosle un exceso de seguridad espiritual.Tenemos las bendiciones, el poder, todos los recursos, toda gracia y también el Señor nos garantiza que la guerra ya está ganada, y tenemos una seguridad eterna, pero recordemos; aún somos seres humanos, hay pecado en nosotros, tenemos deseos de la carne, deseos de los ojos. No podemos ser presumidos y creer que solo porque conocemos estos principios bíblicos acerca de la armadura de Dios no tenemos necesidad De Dios.
Hay un último elemento para esta armadura y se encuentra en el verso 18, meditemos un poco acerca de ella.
El último elemento de la armadura es la oración.
Podemos pensar, – ya tengo la armadura y no me hace falta nada-, pero eso sería equivocado, todos somos vulnerables, todos podemos aun caer en pecado, ser vencidos en el camino, traer deshonra a Dios, destruir nuestro testimonio, perder la oportunidad de servir y de ser usados por Dios, podemos perder nuestro gozo, al final debemos entender que incluso con todo lo que tenemos, el pecado que aún existe en ti y en mí, es poderoso y satanás es el príncipe de este mundo y un enemigo fuerte, así que necesitas constantemente someterte en oración a Dios, y depender de Él.
Es peligroso que nosotros como cristianos tengamos un conocimiento bíblico, conozcamos las doctrinas, sepamos los principios de cómo vivir la vida Cristiana y que pensemos que eso es suficiente y no tengamos una constante dependencia en Dios.
Velar y Perseverad en la oración
Vemos a Pablo cerrando esta hermosa carta, y haciendo un llamado a la oración en el verso 18: “Ponte la armadura de Dios, con toda oración y súplica en el Espíritu” Aunque tengas la armadura ya puesta, aunque tengas todas estas bendiciones, ¡Ora en todo tiempo!
Pablo nos dice: oren con toda oración, oren con variedad de oraciones: toda oración pública, privada, verbal, en silencio, en voz alta, planificada, espontánea, acción de gracias, confesión, humillación, adoración, de pie, sentados, de rodillas, postrados, levantando nuestras manos, con toda oración dice Pablo.
Orad los unos por los otros.
Un cristiano no ora solamente pensando en sus propios conflictos, sino también por todo el cuerpo de Cristo, no solo por sus problemas sino también por la iglesia, por sus santos, oramos y decimos: Señor no me dejes caer en tentación, glorifícate en mi vida; pero debemos entender que parte de la función del cuerpo de Cristo es orar los unos por los otros. Cuando nuestro cuerpo físico se duele, cuando está enfermo, otras partes del cuerpo compensan, nos defienden, pelean por nosotros, para sanar el mismo cuerpo (cuando hay un virus en nuestro cuerpo ¿qué es lo que pasa?, nuestro cuerpo eleva su temperatura para tratar de eliminar ese virus en nosotros), así mismo en el cuerpo de Cristo, cuando un miembro tiene una necesidad o tiene una dificultad, venimos junto con ellos y pedimos por sanidad, por misericordia por gracia y restauración.
Conclusión.
Estamos en guerra, debemos mantenernos firmes y velando en oración (Mat 26:41) Oremos porque Dios es fiel en guardarnos de todo mal y preservarnos hasta el fin en Cristo Jesús, el cual se dio así mismo por nuestros pecados, para darnos el perdón y vida eterna si ponemos nuestra fe en Él.
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