Quizás el término correcto para referirse al conocimiento de Dios es Omnisciencia, esto significa que Dios todo lo conoce y lo sabe. Su conocimiento es universal, alcanza a todas las personas, todas las cosas y todos los eventos. Con respecto a esto, el Salmista dijo: (Salm. 147:5 Nuestro Señor es grandioso, y grande es su poder; su conocimiento no tiene límite.) Dios conoce íntimamente el ser del hombre, conoce sus caminos y su corazón, al igual que sus palabras, aún antes de que estén en su boca (Salm. 139:1-6) Nada está fuera del conocimiento de Dios, hasta las estrellas llama por su nombre; algo que seria humanamente imposible para nosotros (Isa. 40:26) Dios conoce lo que los hombres tratan de ocultar (Salm 44:20-21) Nuestros pensamientos tampoco están fuera de su alcance (Ezeq. 11:5)
No hay nada más necio en el corazón humano que pensar que hay algo que el Señor poderoso no conozca. Él no se esfuerza por conocer algo, simplemente ya lo sabe todo! Su conocimiento no está en desarrollo, nadie estuvo desde el principio para instruirlo en ciencia y sabiduría (Rom. 11:33-36) No sería Dios de haber sido así. No hay limites en el Señor, pero si, los hay en nosotros. Somos limitados en conocimiento, en ciencia y sabiduría, sumémosle a esto también, el hecho de que el pecado nos arruinó, entenebreciendo nuestra mente y sumiéndola en la ignorancia completa de Dios y la vida (Efe. 4:18) Fuimos creados para depender del Señor quien es la fuente de todo conocimiento verdadero. Debido a que Él conoce todo, Él es el único que puede proveer guía y dirección a los hombres. Donde nosotros no alcanzamos a comprender las razones y circunstancias de la vida, Dios si. Él nos llama a confiar, porque conoce todo lo pasado, lo presente y lo por venir. Todo lo ha determinado en su sabiduría y soberana providencia.
La mejor manera de vivir sabiamente es dejando que su sabiduría nos guíe. Ya que el Señor todo lo conoce, deberíamos estar confiados en que todo lo que acontece es sabido y dirigido por Él. Nada puede sorprender a Aquel que todo lo sabe, por eso, la mejor manera de andar en gozo y paz es descansando y alabando a Dios por su Omnisciencia. Podemos asombrarnos y conocer día a día al Señor si renunciamos a nuestros necios caminos, a la auto-suficiencia y sabiduría propia, dejando que Su Palabra nos guíe. Jesús vino al mundo para revelar la verdad de nuestra perdición y mostrarnos que no sólo conoce el verdadero camino a la vida, sino que él mismo es el camino, la verdad y la vida (Jn 14:6). Él nos llama al arrepentimiento y a poner nuestra fe en él.
Nada puede sorprender a Aquel que todo lo sabe, por eso, la mejor manera de andar en gozo y paz es descansando y alabando a Dios por su Omnisciencia.
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